El acto poético puro
A André Breton, in memoriam
Hay cosas que podrían decirse mejor si uno tuviera a la mano
un cuchillo. Este instrumento sabe comunicar filo a las palabras.
Pero si uno tiene para golpear la mesa algo más pesado
que el puño, sin duda la palabra que sale de ese golpe, como
si fuera empollado por éste, es más efectiva. Es así como he
gritado las palabras más atroces. Pensaba que no podía decirlas
sin acompañar el gesto con algo que tuviera bastante consistencia,
como la rosa o la viga de hierro. ¿Satisfacía con eso una
sed de venganza? No. Buscaba un efecto más verídico. Lo que
me preocupaba todavía era el sentimiento. Mi determinación
era la de un poeta. Acepté en principio esta forma de actuar
como un método. Después pasé de la poesía a los hechos. Encontraba
en la realidad bastante perversión como para no ir yo
mismo armado con una pistola. Hasta que comencé a disparar
sobre la multitud…
Juan Calzadilla.
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